viernes, 26 de enero de 2018

Sexo con desconocidos: ellas no, ellos sí

Publicado en El Espectador, Febrero 1 de 2018
Columna después de los memes






El incidente por el que Aziz Ansari, creador y protagonista de Master of None, fue culpado de acoso ilustra una diferencia básica entre la sexualidad femenina y la masculina.

Grace, la víctima, pasó “la peor noche de su vida” por su reticencia a dárselo a quien no conocía. La indignó el desparpajo de Aziz: directo al grano, sin preámbulos, seducción o promesas y, encima, con ínfulas de irresistible. Se habían conocido en una fiesta e intercambiaron teléfonos. A la semana él la invitó a su apartamento. Ella estaba emocionada: planeó con amigas cómo vestirse para la cita. Llegó, se tomaron un vino, salieron y apenas cenaron él quiso regresar. Ella esperaba más charla. Volvieron y pronto estaban besándose, ambos desnudos, las manos de él sobre sus pechos y partes íntimas, sexo oral mutuo. Ante “señales físicas” de que ella no quería seguir, él le preguntó si estaba bien. El “no quiero sentirme forzada” llevó a una tregua en el sofá. Ella añoró caricias en el pelo o la espalda, alguna muestra de cariño. Se vistieron, vieron TV y, al rato, nuevos intentos por desvestirla. “¡Ustedes los tipos son todos iguales, siempre pensando en tirar!” espetó Grace levantándose. Decidió irse, él llamó un Uber y al salir ella empezó a llorar: “me sentí violada, todo se salió de mis manos”. Le escribió a una amiga: “odio a los hombres, tuve que decir no muchas veces, él quería sexo”. Ella imaginaba, tal vez, una pizca de romance, afecto, vínculo emocional. 

En todos los lugares y en todas las culturas en donde se ha estudiado la situación, las mujeres reportan estar menos dispuestas al sexo con desconocidos que los hombres. La prostitución refleja la asimetría: ellas cobran por acostarse con extraños mientras que a ellos les importa tan poco, los excita tanto, que pagan por esa oportunidad. El acoso en la calle o el transporte público -avances sexuales de un extraño- generan repulsión femenina automática. Lo recíproco es realmente excepcional, a pesar de la escasa resistencia.

Con tantas sexólogas, biólogas, neurólogas, ginecólogas, endocrinólogas, psicólogas, antropólogas, primatólogas etc… feministas, es increíble que persista la creencia de que las sexualidades son iguales, como si la menstruación, los ciclos hormonales, el embarazo, la maternidad o la lactancia no moldearan la femenina. El rechazo al sexo con extraños es visceral en las mujeres, instintvamente selectivas, como las hembras de muchísimas especies. El sexo, que para ellas es bastante cerebral, exige un ritual mínimo. La mayoria no lo da sin muestras de generosidad y compromiso, que toman tiempo. Además, es sobre ellas que recaen los costos de las sorpresas, inevitablemente asimétricos.

El feminismo pregona que Azis encarna la “cultura de la violación”. Pero el “siempre dispuesto” es natural, sólo decrece con la edad y ha sido evidente en cualquier época y sociedad, aún con extrañas; religión, educación y cultura atenúan, civilizan esa pulsión primitiva. Los hombres buscan sexo donde los dejen. Pueden ser totalmente negligentes e irresponsables. Si les da la gana, tiran y se van. Ahora, ante un imprevisto, qué ironía, se lavan las manos con un lema feminista: “es tu cuerpo, tú decides”. Es absurdo ignorar que estas realidades tienen secuelas diferenciales sobre la sexualidad, a las que se suma la mayor aversión de las mujeres al riesgo, también innata.

En Colombia, 9% de ellas contra 32% de ellos han tirado con extraños. En un experimento norteamericano, 72% de los hombres, ninguna mujer, aceptaron acostarse con alguien desconocido. Una encuesta francesa muestra que en los polvos con nuevos parejos el climax femenino es menos frecuente (58%) que con el parejo habitual (79%): más vale amante conocido repitiendo que levante de cine por conocer. A los hombres les pasa exactamente lo contrario: la novedad es un plus, se llama efecto Coolidge y también se observa en otras especies.

La química íntima femenina también va contra la experimentación sexual. La vagina es un medio ácido, con pH cerca de 4. Ese medio hostil a las bacterias mantiene el lugar “tan limpio y puro como un vaso de yogurt”. El semen es más alcalino. Después del coito, la acidez vaginal disminuye, facilitando las infecciones. Restablecer el ambiente antiséptico es fácil con esperma conocido; si es extraño se retrasa el proceso. Estas reacciones corporales inconscientes son ancestrales, anteriores al preservativo, y condicionan, nunca determinan, la sexualidad femenina que también depende de múltiples factores personales, familiares, educativos y culturales. 

Si Grace estuviera informada, no adoctrinada, si dejara de imaginar primeras citas con sexo de “consentimiento activo, entusiasta y continuo”, o un contrato de gestos e iniciativas idílicamente armonizados, si no esperara al príncipe azul que con un beso delicado y oportuno despierte su deseo, se habría ahorrado una velada lamentable con un total desconocido como Azis.


REFERENCIAS

Alonso, Guillermo (2018). "“¿Por qué ella no se fue?”: la acusación de acoso sexual a Aziz Ansari abre un debate que nos toca muy de cerca". El País, Ene 19

Angier, Natalie (1999). Woman, an intimate geography. New York: Virago

Bajos, Nathalie & Michel Bozon (2008). Enquête sur la sexualité en France. Pratiques, genre et santé. Inserm, INED, La Découverte

Caracol - El Espectador (2008). Encuesta "Como viven los colombianos su sexualidad". 

Clark, Russel & Elaine Hatfield (1989). "Gender differences in Receptivity to sexual offers". Journal of Psychology & Human Sexuality, Vol. 2 (1). Descargar PDF

Diamond, Lisa (2008). Sexual fluidity. Understanding women´s love and desire. Cambridge: Harvard University Press


Murphy, Meghan (2018). “The Aziz Ansari accusations may not be about rape, but they are about rape culture”. Feminist Current, Jan 15

Reynolds, Emily (2018). "Here’s why Aziz Ansari’s behaviour matters". The Guardian, Jan 15

Rubio, Mauricio (2011). "Es mi cuerpo, yo decido. Un lema ya caduco para la legalización del aborto". La Silla Vacía, Sep 13

______________ (2011a) "Sexo con extraños: ¿por qué tan pocas mujeres lo hacen?". La Silla VacíaSep 20


______________ (2013) "¿Quiere acostarse conmigo esta noche?. El Espectador, Mayo 8


______________ (2017) "Juan Carlos Coolidge". El Espectador, Jul 19

Ruiz-Navarro, Catalina (2018). "El fin del amor y la muerte del sexo". El Espectador, Ene 17

Way, Katie (2018) “I went on a date with Aziz Ansari. It turned into the worst night of my life”.  Babe


Young, Cathy (2015). “Feminists want us to define these ugly sexual encounters as rape. Don't let them. We need to stop prosecuting bad behavior as rape”. The Washington Post, May 20

martes, 23 de enero de 2018

Celos y peleas domésticas

Publicado en El Espectador, Enero 25 de 2018
Columna después de las gráficas












Según el discurso victimista, la violencia psicológica, arma masculina, anuncia siempre maltrato físico a las mujeres. Esa no es ni la mitad de la historia. 

Hace unas semanas encontré en twitter un simpático #NoSoyMandonaSoyLider y la alusión a una pegajosa canción de mi infancia, cuyo origen no conocía y que me defraudó: yo pensaba que era un vallenato dedicado a la esposa del compositor pero es una copla política sobre la madre de Isabel II de España.  

“María Cristina me quiere gobernar / Y yo le sigo, le sigo la corriente / Porque no quiero que diga la gente / Que María Cristina me quiere gobernar” ha sido por años el lamento de varios hombres de mi entorno. Una tira cómica dominical, Educando a Papá, en la que Ramona mangoneaba a Pancho, ilustraba la figura de la esposa mandona, que fue corriente en mi casa, y en la de algunos familiares. La impronta que me quedó es que las mujeres no siempre son víctimas: muchas se adaptan al entorno para defender, negociar o imponer sus intereses ante quienes, definitivamente, no somos Donald Trump, Harvey Weinstein o “Él”. 

Un escenario similar se repitió después para amigos cercanos con quienes, a ratos, nos toca luchar para no ser gobernados. Supe que novios jóvenes aún entonan la canción con el enredo que, a diferencia de lo que ocurría generaciones atrás, ahora el poder femenino en la pareja a veces se ejerce con actitud de víctima. Catherine Millet, firmante del manifiesto francés contra el #MeToo, anota que “en la clase media, las mujeres cuentan con un gran poder. En la esfera doméstica, a menudo son ellas quienes imponen su voluntad dentro de la pareja".

La última Encuesta Nacional de Demografía y Salud corrobora mi inquietud: la caricatura de la mujer totalmente sometida debe revaluarse. De los tipos de violencia de pareja considerados allí, psicológica, económica, física y sexual, la primera es más extendida que las otras y, sobre todo, es la única que los colombianos reportan sufrir más que las mujeres, 74% contra 64%. Además, la proporción masculina de afectados por agresiones psicológicas es cada vez mayor. María Cristinas o Ramonas mandonas existen, son muchas y están al alza.

No es prudente trasladar asimetrías de poder del trabajo a la casa. Es factible que haya empleadas explotadas o acosadas en la oficina que reinen en el hogar. O al revés, como reveló un fallo compensatorio por violencia psicológica doméstica a favor de una poderosa magistrada. Lo que estos datos sugieren es que, al lado de unos cuantos matones que insultan y golpean a su cónyuge, casi siempre por celos, hay peleas y desacuerdos de pareja que no se resuelven dialogando sino con el recurso, de ambos, a tácticas tenaces para equilibrar las cargas, o salirse con la suya. El escenario de la eterna dominada es una fábula de dogmáticas y pendencieras, las feministas que pasaron de moda.

Al desagregar la violencia psicológica en dos componentes, los reclamos por celos y lo demás, se encuentra que el aumento, y la razón por la cual los hombres se sienten cada vez más afectados psicológicamente es por el milenario motivo de disputa en la pareja: la pasión inconfesable vetada por las militantes y la burocracia. Jamás se me ocurriría plantear que con el acceso a la educación y al mercado laboral las mujeres se volvieron más celosas. Es más parsimonioso conjeturar que la carta blanca que tenían los varones emparejados para flirtear con tranquilidad se redujo y ahora se sienten relativamente más restringidos, algo como “quién fuera mi tío, Berlusconi, Turbay o López”. Las mujeres ya conocen el mundo laboral con sus peligros y el nivel de tolerancia con los sinvergüenzas se redujo. Las nuevas tecnologías, que facilitan infidelidades, son también un arma de doble filo que permite un seguimiento de las aventuras extramaritales que las cornudas de antaño jamás imaginaron. Mucho coqueteo, pero más celular y mayores chances de caer. Una mujer en un avión desbloqueó el celular con el dedo de su marido dormido y confirmó que le era infiel. 

La demás violencia psicológica muestra niveles similares entre mujeres y hombres por cohorte, educación, riqueza o edad de la primera unión. La única brecha, desfavorable a ellos, es el número de uniones previas, cada una con su paquete de enredos. En los datos también aparecen diferencias enormes en la incidencia de celos y violencia psicológica por departamentos, casi de uno a tres. Toca aterrizar y refinar el discurso sobre el patriarcado, de rancia estirpe culturalista, para entender lo que ocurre en las distintas regiones y poblaciones de una nación multicultural. 

Volviendo a la canción de María Cristina, la importancia de los celos concuerda con lo que yo pensaba era su origen: un compositor vallenato bien mujeriego que con mucho descaro interpretaba cualquier queja de su esposa por sus aventuras como afán por gobernarlo. 


REFERENCIAS

Cingal, Elodie (2011). “Identifier la Violence Psychologique”. Thérapie et conseil en Séparation / Divorce. BlogFev 7

EP (2017). "La ira de una mujer engañada por su esposo obliga a desviar un avión". El País, Nov 9

Neira, Armando (2017) “La violencia psicológica en el hogar es atroz: Magistrada”. El TiempoJulio 30


Vicente, Álex (2018). “Hay que dejar de creer que la mujer siempre es una víctima”. Entrevista a Catherine Millet. El País, Ene 13

domingo, 14 de enero de 2018

Una voz diferente

Publicado en El Espectador, Enero 18 de 2018







Ayuso, Sylvia (2018). “El manifiesto de artistas contra el “puritanismo” sexual solivianta a las feministas en Francia”. El PaísEne 11


Brion, Eric (2017). “Je réclame le droit à la vérité et à la nuance”. Le Monde, Dec 30

Catsoulisdec, Jeannette (2017) “Review: ‘The Rape of Recy Taylor’ Takes a Deep Dive Into Systemic Injustice”. The New York TimesDec 14

Chan, Sewell (2017). “Recy Taylor, Who Fought for Justice After a 1944 Rape, Dies at 97”. The New York TimesDec 29

CNN (2018). “Read Oprah Winfrey's rousing Golden Globes speech”, Jan 10

Infobae (2018). “El manifiesto completo de las intelectuales francesas contra el #MeToo”. Ene 9

Lévy, Elisabeth (2018) “2017, l’année des balances. Le totalitarisme féministe a (encore) progressé”. CauseurJan 9

Park, Madison (2018). “Reactions to Oprah's speech: 'We went to church'”. CNNJan 10

Poirier, Agnès (2018). "After the #MeToo backlash, an insider’s guide to French feminism". The GuardianJan 14

lunes, 8 de enero de 2018

Femiprogres y femininas

Publicado en El Espectador, Enero 11 de 2018








Bronner, Sasha (2015). “Rowan Blanchard: ‘White Feminists Forget That Feminism Means Equality’”, HuffPostOct 28

CNN (2018). "Read Oprah Winfrey's rousing Golden Globes speech". CNN EntertainmentJan 8

HSB (2017). "¡Miss Perú 2018! cambió las medidas de las reinas por escandalosas cifras de feminicidio" HSB. Noticias.com. Oct 31

Mancilla, Alejandro (2018) "Time's Up - El tiempo de los acosadores se ha terminado" Vanity FairEne 3

Rubio, Mauricio, (2011). "Feminismo versus flominismo". Blog Personal, Junio 3

Rubio, Mauricio (2011). "El acoso sexual en el trabajo". La Silla VacíaAgo 16


Urias, Vienna (2015) “The 10 Best Feminist Quotes of 2015”. Ms MagazineDec 18


Vicente, Álex (2018) “Cien artistas e intelectuales francesas contra el “puritanismo” sexual”. El País, Ene 9



lunes, 1 de enero de 2018

Sueños colectivos

Publicado en El Espectador,  Enero 4 de 2018









Beradt, C (1943). “Dreams Under Dictatorship”. Free World, October, pp. 333-337


Beradt, Charlotte (2004). Rêver sous le IIIe Reich. Payot

Laurentin, Emmanuel (2017a ). "Histoire des rêves . Rêver sous le Troisième Reich". France Culture. La fabrique de l’histoire, May 9

Rueda, María Isabel (2017). "'Farc están en la consolidación de su propio proyecto': Clara López". El TiempoDic 11